lunes, 31 de marzo de 2008

Nick Cave, un Don Juan... ¿sentimental?







"Far worse to be Love's lover
than the lover that Love has scorned"
Acaba de salir a la venta el nuevo álbum de Nick Cave & The Bad Seeds, con el -muy enfático- título de Dig, Lazarus, Dig!!! El artista australiano sigue siendo casi un desconocido en España, pese a arrastrar a sus espaldas treinta años de carrera. De hecho, aunque todas las revistas especializadas (que lo ensalzan como músico de culto) le dedican reportajes y artículos (casi siempre excelentes: una muestra), por el contrario en los medios generalistas apenas se habla de él... o se le pone a caldo.

Incluso en el mercado anglosajón se le llegó a conocer más por su agitada vida sentimental (conquistó, entre otras, a PJ Harvey), aunque de un tiempo a esta parte, afortunadamente, se ha impuesto la lógica de la calidad. Empezando por las letras, claro (¿qué esperabais?): Cave es quizá el más intelectual de todos los compositores. ¿Cómo se explica, si no, que en una sola canción aluda a Dylan Thomas, Paul Gaugin, San Juan de la Cruz o Vladimir Nabokov? Sólo un erudito podría hacerlo.

Ah, pero es que hay trampa: Nick Cave escribe. Y no sólo canciones: en 1989 publicó su -de momento- única novela, And the ass saw the angel, nombrada Libro del año por la revista Time-Out. Por si fuera poco, también ha intervenido en el cine; y no en una película cualquiera: recientemente, ha compuesto la banda sonora de la notable El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, donde protagoniza un satírico momento, semejante al que compartió con Brad Pitt en la floja Johnny Suede. Aunque su aparición más reseñable se remonta a 1987, en la obra maestra de Wim Wenders El cielo sobre Berlín. Una escena capital, muy próxima al desenlace, se desarrolla durante un concierto de Nick Cave y su banda:





En este alud de referencias culturales no podía faltar la mejor música: en sus comienzos, la herencia obvia de Lou Reed y Tom Waits (en el feísmo armónico, el retorcimiento, la oscuridad temática) y la movida punk; en los últimos años, en cambio, la madurez le ha dotado de un parecido sorprendente con Leonard Cohen y con Johny Cash. Además, su impresionante elenco de músicos lo acerca al country-rock y al jazz de Louis Armstrong. Ellos son The Bad Seeds:


Sin embargo, incluso por encima de su grupo, están esos versos que medio recita-medio canta con su insegura voz de barítono. Desde los años 70, Cave se ha atrevido a abordar casi cualquier tema, siempre de una forma narrativa y bastante teatral, si bien ha evolucionado desde el furioso expresionismo de los comienzos a un intimismo un tanto minimalista.
Así, aun reconociendo la importante presencia de la religión en sus canciones (profesa un cristianismo devoto), probablemente su tema más frecuente sea el AMOR. Sus baladas desgarradoras desbordan creatividad, como se refleja en su disco The good son (1990), un remanso de paz tras los agitados 80. Su original simbología se plasma inmejorablemente en la triste y hermosa The ship song:

"Despliega tus barcos a mi alrededor y baja tus puentes [...]

Venga, suelta tus perros sobre mí. Deja que cuelgue tu pelo.

Hablamos de ello toda la noche, definimos nuestra base moral

pero cuando me deslizo entre tus brazos

todo comienza a derrumbarse..."






En su siguiente álbum, Henry's dream (1992), parecía seguir los mismos derroteros con la remilgada Straight to you. Pero Nick Cave siempre ha demostrado una inagotable capacidad de sorpresa, y prueba de ello es The loom of the land: en ella, el relato de un sencillo paseo de una pareja produce incertidumbre desde que, en los primeros versos, se nos hace saber que el joven lleva un cuchillo en el bolsillo del pantalón...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente descripción de la música de uno de los genios vivos de la música actual!!!